Wednesday 25 October 2017

JUEGO SOBERANO: COMO SOLUCIONAR CONFLICTOS DE SOBERANÍA (PARTE 12 DE 21)




Khemed, Syldavia y Borduria están teniendo negociaciones sobre la soberanía de Khemed. Habiendo aceptado la regla de maximin, van a compartir la soberanía. Hasta ahora sabemos QUIEN formará parte de las negociaciones: Khemed, Syldavia y Borduria; POR QUÉ son parte de las negociaciones: porque cada uno de ellos tiene un reclamo verosímil; y QUÉ harán con la asignación de soberanía: van a compartir la soberanía mediante la aplicación de maximin. Es hora de discutir COMO se decidirán estas porciones de soberanía. Para hacer esto, los representantes de cada población (Khemed, Syldavia y Borduria) están revisando una serie de opciones posibles para tomar una decisión sobre cómo compartir la soberanía sobre Khemed.

La primera idea que todos los representantes revisaron y rechazaron fue el derecho histórico. Es decir, ¿qué sería más justo que otorgue la soberanía (o la mayor parte de la soberanía) a quien llegó o estuvo primero en esa tierra? ¿Qué sería más justo que darle a cada quien lo que se le debe? Sin embargo, al principio simple, los representantes se han dado cuenta que este enfoque no resolverá la cuestión y solo traerá controversia.


Es hora de revisar con la segunda opción. Ahora los representantes en nuestra historia considerarán qué tipo de elección, si es que hay alguna, podría ser mejor para una de las partes que originalmente está en una situación comparativamente mala (Khemed) y, de ser así, si eso justificara dejar a las otras dos con porciones de soberanía más pequeñas. Eso es porque Khemed no es un Estado totalmente independiente y soberano. Syldavia y Borduria lo son. Cualquiera de los representantes puede presentar un reclamo por el cual la población con más necesidades o más vulnerable de cualquier forma debe ser protegida por las otras dos partes que se encuentran comparativamente en una mejor situación.

A primera vista, el principio adaptado garantizaría la situación de los habitantes de Khemed. Con una población pequeña y un territorio pequeño, a pesar que tienen el raro metal que todas las partes quieren, los Khemedians no pueden explorar y explotar el precioso recurso natural. Su principal fuente de ingresos es la exportación de productos básicos obtenidos de la pesca y la agricultura. Ellos no tienen ningún medio para defender la isla. Finalmente, la soberanía de la isla ha sido reclamada continuamente por los dos Estados soberanos en nuestra historia, Syldavia y Borduria. Como Syldavia y Borduria nunca se han interesado por Khemed y su tierra, siempre han mantenido relaciones bilaterales pacíficas. Como sabemos, esto ha cambiado recientemente. Por lo tanto, esta negociación está teniendo lugar. Por implicación, Syldavia y Borduria deberían cumplir ciertas obligaciones con Khemed. De esa forma, el bienestar de las personas en Khemed estaría protegido. Sus intereses serían primordiales para las tres partes.
 

Los representantes considerarían que este enfoque podría tener que enfrentar una serie de problemas. Primero, los representantes saben que están actuando en nombre de Khemed, Syldavia o Borduria. Pero, no saben exactamente a quién representan en realidad. Entonces, si esta fuera la opción elegida, podrían favorecer a cualquier otra parte que no sea la suya. Es decir, pueden ser de Syldavia o Borduria, pero este tipo de decisión solamente favorece a Khemed.

En segundo lugar, no hay razón particular alguna para dar prioridad a una población sobre otra. Más específicamente, la aplicación de este enfoque no garantiza una solución justa para este conflicto de soberanía, ya que puede darse el caso de que la parte más vulnerable sea uno de los Estados soberanos reclamantes (Syldavia o Borduria) y no la población de Khemed.

Finalmente, la aplicación de este segundo enfoque exclusivamente a favor de Khemed niega que los derechos de las otras dos partes (Syldavia y Borduria) sean de igual importancia. Los representantes tendrían que asumir que, por la razón que fuera, Khemed tiene un tipo particular de prioridad. Más importante aún, una vez que las negociaciones terminaran, los representantes tendrían que justificar esta suposición a toda la población de Syldavia y Borduria.

Por todos estos motivos, es muy poco probable que los representantes de los tres pueblos estén de acuerdo y favorezcan solo a una de las partes, en este caso Khemed.
 

En resumen, los representantes de Khemed, Syldavia y Borduria estuvieron de acuerdo en que el tercer territorio no pertenece a sus habitantes (no importa por qué) y que no argumentarán sobre sus supuestos derechos históricos sobre él. No saben qué grupo representan y, por lo tanto, no saben qué conjunto de argumentos históricos favorecerán a su pueblo o a alguna de las otras partes. Entonces, reconocen que hacer que la resolución de este tipo de disputa se centre en historia solamente garantizará interminables controversias. En consecuencia, aceptan que cada uno de ellos tiene derecho a cierta soberanía sobre el tercer territorio. Además de esto, ninguno de los representantes puede obtener ventaja especial alguna para quien represente o puede ponerlos en una situación de desventaja particular. En consecuencia, el acuerdo debe ofrecer una solución que no sólo beneficie a una de las partes, sino que de alguna manera incluya a todos los reclamantes. Por lo tanto, se han dado cuenta que compartir la soberanía es la mejor opción para todos ellos (mediante la aplicación de la regla de maximin). Esto se debe a la naturaleza de las partes y al hecho de que cada una de ellas tiene un reclamo a su favor, que les otorga un interés legítimo en la soberanía sobre Khemed. ENtonces, y como ahora necesitan resolver los detalles de cómo compartir la soberanía, explorarán las posibilidades de aplicar estos principios en las negociaciones.

Los próximos posts compararán y contrastarán dos soluciones posibles a este conflicto desde puntos de vista opuestos: si las participaciones respecto de la soberanía deberían ser diferentes o si las participaciones de la soberanía deberían ser iguales. El primero generará preguntas sobre qué tipo de diferencia se tomaría en cuenta para definir el alcance de cada parte de soberanía. El último, sin duda, abrirá los argumentos a las preguntas relacionadas con la forma en que podemos asegurar partes iguales de, por ejemplo, objetos o actividades que no se pueden dividir.


Jorge Emilio Núñez
27 de octubre de 2017

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